Rodeados de miedos, como estamos, es difícil saber a qué atenerse y qué miedo evitar por mas cercano. Tememos, por un lado, el miedo a la muerte, que ahora está presente y ocupa todos los espacios que observamos. No es nuevo, es evidente, aunque sí no nos tocaba personalmente, era un miedo lejano y controlado. Llega ahora el virus y de repente, se llenan las noticias de forma persistente del daño que nos hace y surgen soluciones basadas en técnicas aislantes para protegerse. Hay riesgo con tocarse, compartir un espacio y parece que la mejor solución es confinarse cada uno en su casa evitando compartir el aire y el contacto. Mas allá del miedo del presente, aparece en el futuro, y como consecuencia; el desastre económico, sembrando de terror los tiempos..